En los últimos años se ha venido hablando de la Inteligencia Artificial (IA) en el sector legal y su aplicabilidad en diversos ámbitos del mismo, desde la predicción del sentido de las sentencias o la predicción de tiempos en obtener una resolución hasta la redacción de contratos basados en IA.
Este boom tecnológico ha hecho que los despachos tengan que adaptar sus equipos y procesos, siendo un sector al que le cuesta romper con las tradiciones y adaptarse al cambio. La implantación de Lexnet en la Administración ha provocado un cambio de concepción del sector, siendo cada vez más tecnológico e innovador.
El principal problema con el que se encuentran los despachos de abogados en la implantación de estos proyectos es en su aplicabilidad a procesos concretos y lo cierto es que no es tarea sencilla. Por ello, se hace necesario la creación de grupos interdisciplinares en los que se integren programadores, abogados y matemáticos, siendo esta la fórmula perfecta para aterrizar la IA en proyectos reales que puedan aportar una solución disruptiva dentro del despacho.
Es por esto que venimos trabajando desde hace unos años en la aplicabilidad del machine learning a la gestión de resoluciones judiciales. El volumen de datos y el trabajo realizado por nuestros abogados ha ido conformando un sinfín de datos disgregados, datos que de forma separada no aportan valor pero que en su conjunto y con la aplicabilidad del machine learning nos pueden permitir en un futuro cercano predecir el tipo de resolución que vamos a recibir y en qué momento se dará.
Desde Lexer, creemos firmemente en la innovación y la tecnología como herramientas del cambio y nuestra apuesta en nuevos proyectos nos ha hecho ser nominados el pasado año en los premios Expansión como despacho más innovador y por Financial Times en sus premios Europe Innovative Lawyers.