EL BREXIT Y LAS EMPRESAS ESPAÑOLAS

This is it. Esto es todo. Después de un referéndum, mucha indecisión y disputa política, cambios de gobierno y varias elecciones el brexit llega a su punto culminante, ya que el próximo día 31 de enero se hará efectiva la salida del Reino Unido de la Unión Europea.

Según las previsiones del Banco de España, este cambio de paradigma conllevará importantes pérdidas económicas, de hasta 6.000 millones de euros, a la espera de posibles futuros acuerdos bilaterales que puedan paliar la situación. Y es que el Reino Unido fue el segundo estado de la UE que más inversión recibió de España.

La salida abrupta de la unión acerca al Reino Unido a unas expectativas marcadas por la contracción económica, la caída de la libra y las barreras comerciales, situaciones que, sin duda, tendrán efectos directos para las empresas españolas con intereses comerciales en la isla.

En este sentido, parece que las entidades financieras y las grandes empresas son las que más se han preparado para afrontar el cambio y mitigar los riesgos. Entre esos planes de contingencia se incluyen el traslado de las sedes internacionales a otras ciudades dentro de la UE o la negociación de acuerdos individualizados.

El problema es que este tipo de medidas quedan fuera de las posibilidades de las pymes y micropymes, que suponen más del 70% de las empresas exportadoras a Gran Bretaña y que son las que más riesgos tienen en el horizonte.

Las consecuencias del brexit llegarán de forma casi inmediata a aspectos legales o fiscales, ya que las transacciones comerciales con el Reino Unido ya no serán intracomunitarias y, por tanto, se le aplicarán diferentes IVA, aranceles, bases regulatorias y otros aspectos o tributos que pueden variarán en función del bien con el que se comercie. Además, también habrá cambios relacionados con el IRPF, el impuesto de Patrimonio, el de Sociedades o las transacciones con Gibraltar, que, tras el brexit, podría pasar a ser calificado de paraíso fiscal.

Por tanto, es fundamental que cualquier empresa, autónomo o PYME que tenga relaciones comerciales habituales con Reino Unido esté atento y se asesore adecuadamente con la finalidad de cumplir con los nuevos requisitos y no sufrir ninguna sorpresa desagradable.